MARLENE

La conocí por pura casualidad.

Ella era el tipo de chica de la que cualquier hombre se enamoraría y yo sin duda entraba en el grupo de todos esos hombres, me sentí inmediatamente cautivado por su rostro fino y delicado, sus cálidos y risueños ojos, su curvilínea figura y su encantadora personalidad.

Marlene, Marlene, Marlene. A los pocos días de conocerla ya se había quedado grabada en mi corazón, la única diferencia de este amor es que yo ya había aprendido mi lección y sabía que debía ser yo mismo para conquistar a una mujer, por alguna razón me convencí a mí mismo de que ella NUNCA se enamoraría de mi sin duda, muestra de inseguridad, pero ¿quién me culparía? Marlene es una chica maravillosa, tan dulce, amable, graciosa y radiante, todo el mundo la amaba, sobre todo yo.

Me hizo amigo de ella rápidamente, la ayudaba con las tareas de la universidad, a veces la acompañaba a estudiar y salíamos ir a tomar café y a charlar bastante seguido.

Había sido su amigo alrededor de cinco meses cuando por fin le revele mí amor por ella, no fue por voluntad propia, pero al fin y al cabo me le declare, recuerdo que estábamos resolviendo y debatiendo su tarea de filosofía cuando paso, el tema de platón y el significado que él le daba al amor fue nuestra conversación por unos 20 minutos hasta que ella me pregunto qué pensaba del amor como concepto.

-          Se que la mayoría del tiempo cuando amas sufres y que el amor nunca es para siempre. Creo que el amor de verdad es intenso, pero no duradero, amas a alguien con toda tu alma, pero no puedes estar enamorado de una sola persona toda tu vida.

-         - Pensé que eras del tipo romántico no realista – me dijo dulcemente

-         - Lo soy cuando estoy enamorado.

-        - ¿estas enamorado? – su voz bajo de volumen cuando hablo como si estuviera avergonzada – no tienes que decirme si no quieres

-         - Si

-         - ¿Si me vas a decir o si estas enamorado?

-         - Si estoy enamorado

-         - Mi amiga Marta dice que estas enamorado de mi – se sonrojo inmediatamente después de decírmelo, pero me sostuvo la mirada

-         -  ¿Por eso me preguntaste lo que pensaba del amor? – trate de evitar la pregunta

-         - Si

-         - ….

-         -  ¿Lo estás? – volvió a preguntar

-        -  …. Lo estoy

-          - …. – ahora era ella quien se quedó en silencio, pero solo por una fracción de segundo y luego me dio una cálida sonrisa, si no hubiera estado ya enamorado de ella este sería el momento en el que habría caído redondo a sus pies.

-          - Está bien

-          - ¿El que? – pregunte

-          - Está bien que me quieras

-         - Te equivocas – tomé todo el poco valor que me quedaba y le sonreí melancólicamente – yo te amo Marlene

-          -Yo también me amo – sonrió y su hoyuelo salió a la vista

-        -   Mal momento para hacer una broma Marlene – dije con nerviosismo

-       - Si lo sé – rio nerviosamente y yo le sonreí – me pone nerviosa

-       -  No quiero ponerte incomoda, perdón – mi corazón latía con mucha rapidez estaba que me moría de la vergüenza

-      - No dije que me incomodaras, dije que estaba nerviosa – miro hacia la ventana por un momento y luego volvió su sonrojada cara hacia mí –  tú me pones nerviosa porque también te amo

-          - ¿De verdad? – pregunte incrédulo

-        -   Mhm -asintió.

Así fue como todo empezó y tiempo después mientras que yo sostenía su mano y juraba amarla ella me recordó esa tarde y me dijo: Pasare toda mi vida demostrándote que yo si puedo amarte por siempre.

Ese fue el final, después de tantos malos amores me llego el de verdad.

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